Dónde mirar celta de vigo contra alavés

Jaime Conde. La fortuna se alió en esta ocasión con el equipo vigués, que aprovechó un autogol de Rafa Marín en el minuto 34 para celebrar su primer tanto ante su afición. Los problemas para mantener esa mínima ventaja inmerecida se multiplicaron a partir del minuto 67 cuando el colegiado, tan desafortunado en su actuación como los célticos, expulsó a Luca de la Torre por dos tarjetas amarillas muy rigurosas. El conjunto vasco aprovechó entonces la superioridad numérica para abastecer de balones al jovencísimo Samu Omorodion, que anotó el tanto del empate dos minutos después.

Esa fue una de las pocas satisfacciones que pudieron llevarse ayer los casi diecisiete mil aficionados que acudieron a Balaídos, que sufrieron como siempre para no marcharse a casa con la cuarta derrota consecutiva de su equipo como local. Pero Balaídos es generoso este curso con quienes le visitan. Osasuna, Real Madrid y Mallorca se llevaron los tres puntos con menos dominio y ocasiones que las que ayer permitió un Celta que pareció incluso indolente por su mal posicionamiento en el campo y por su incapacidad para ganar duelos ni segundas jugadas.